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Gobit: Por qué no se aprobó el proyecto de "Ficha Limpia"
La ficha limpia que no fue y los condenados que se pueden presentar a elecciones
En la política argentina, las iniciativas legislativas suelen ser presentadas con la intención de generar un cambio profundo en el sistema, pero a veces no lo logran. Un claro ejemplo de ello es el proyecto de ley denominado "Ficha Limpia", el cual buscaba impedir que cualquier persona condenada por corrupción en segunda instancia pudiera presentarse como candidata en elecciones nacionales. Cof cof, Cristina Kirchner…
Sin embargo, pese a que Javier Milei lo prometió en campaña, esta iniciativa no logró quórum en dos ocasiones y dejó mucho qué hablar.
Cristina al saber que puede presentarse aún estando condenada
El origen del proyecto
La diputada Silvia Lospennato, del PRO, fue la principal autora de la propuesta de ficha limpia. Su proyecto pretendía aplicar una medida que fuera directamente vinculada a la lucha contra la corrupción, al impedir que los candidatos que hayan sido condenados en segunda instancia por delitos vinculados a corrupción pudieran acceder a cargos de representación popular.
“Los políticos buscan refugiarse en el Congreso con los fueros -inmunidad de arresto- para no ser procesados. Esa es la verdadera casta”, dijo Lospennato en la Mesa de Mirtha el sábado.
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El dictamen de este proyecto fue firmado el 30 de septiembre, lo que dio lugar a que la iniciativa comenzara a tomar forma en la Cámara de Diputados. Sin embargo, el camino hacia su aprobación no fue fácil. La ficha limpia fue tratada en dos ocasiones en la Diputados, pero en ambas oportunidades fracasó en alcanzar el quórum necesario para su tratamiento. Esta segunda vez que se intentó faltaron 13 diputados para dar quórum, por ende, el presidente de la Cámara, Martín Menem, tuvo que dar de baja la sesión.
Esta falta de quórum resultó un hecho insólito, dado que, según la propia diputada Lospennato, el número de legisladores para conseguirlo estaba asegurado. La ausencia de ciertos diputados, principalmente aquellos pertenecientes al oficialismo y de la fuerza política La Libertad Avanza, contribuyó al fracaso de la ley.
Ocho diputados de La Libertad Avanza se ausentaron a la sesión y no dieron quórum… Raro, ¿no?
“Acá hay un pacto”, diría Lilita Carrió
Tanto en la Mesa de Mirtha como en los medios, se habla de que hubo un pacto entre Javier Milei y Cristina Kirchner. Y te estarás preguntando, ¿por qué? Una visión fue que el Gobierno no quería que se apruebe el proyecto de ficha limpia para que el kirchnerismo lo ayude con la cantidad de votos para elegir a los jueces de la Corte Suprema de Justicia, entre ellos Ariel Lijo de quien ya hablamos en Newsletters anteriores. Además, hay rumores de que hay un trato para que la oposición le apruebe la eliminación de las PASO a Milei.
La "sensación de proscripción" y las posturas oficialistas
Una de las razones que se mencionaron como posibles explicaciones para el fracaso de la ficha limpia fue la percepción de que su aprobación podría generar una "sensación de proscripción" de Cristina Fernández de Kirchner, la expresidenta y dos veces presidenta de la Nación. La ley, que de haberse aprobado habría impedido que Kirchner se presentara a futuras elecciones, fue vista por varios sectores políticos como una estrategia para limitar su poder y visibilidad en la arena política.
Desde algunos sectores de La Libertad Avanza, partido que tiene una postura claramente opositora al kirchnerismo, se sugirió que la aplicación de la ficha limpia podría haber alimentado la narrativa de victimización que Cristina Kirchner suele utilizar, especialmente al considerar que su figura estaría siendo atacada por decisiones judiciales y políticas, más que por la votación popular.
Esta teoría sostenía que, en lugar de proscribirla judicialmente, lo mejor sería derrotarla en las urnas, apelando al voto de los ciudadanos para decidir su futuro político”.
Este tipo de tensiones quedó en evidencia en las distintas declaraciones de referentes del espacio. La diputada Emilia Orozco, miembro de La Libertad Avanza, expresó que "quienes tienen el poder para proscribirla son los ciudadanos", sugiriendo que la democracia debía ser quien decidiera el destino político de los candidatos, sin necesidad de intervenciones judiciales que pudieran interpretarse como un ataque desde el poder. En esa línea, se reafirmaba la idea de que, en un sistema democrático, debería ser el pueblo quien tenga la última palabra en las elecciones y no un juez o tribunal.
Por otro lado, el militante e influencer Daniel Parisini, conocido en las redes sociales como el "gordo Dan", también se sumó a la discusión con una postura similar. Parisini manifestó en sus redes sociales que "qué la put* gente decida", refiriéndose a que la ciudadanía debería ser quien tuviera el poder de determinar si una persona debe o no continuar en la política, sin la intervención de jueces que puedan tener intereses ocultos. Su declaración refleja el sentimiento de muchos que creen que los tribunales no deben ser los encargados de decidir el futuro político de los líderes, sino que deben ser los votantes quienes, a través de las urnas, elijan a sus representantes.
La reacción del Gobierno
El clima político generado por el tratamiento del proyecto de ficha limpia no pasó desapercibido para el presidente de la Nación, quien también sintió el impacto de la creciente disconformidad social que provocó el debate en torno a este tema. En un intento por calmar las aguas y tratar de encontrar una salida consensuada, el presidente se comunicó con Silvia Lospennato, la diputada del PRO que impulsó el proyecto, y se comprometió a trabajar en una nueva versión de la ley de ficha limpia.
Este giro en la postura del gobierno reflejó la tensión política en torno a la iniciativa y la necesidad de encontrar un balance entre la lucha contra la corrupción y la imagen pública del oficialismo, que se encontraba siendo cuestionada por la estrategia de algunos sectores de la oposición. Aunque el proyecto original no logró ser aprobado, el compromiso del presidente de trabajar en una nueva versión de la ley sugiere que la lucha contra la corrupción sigue siendo un tema relevante dentro de la agenda legislativa, pero con matices que intenten evitar la percepción de persecución política o de “proscripción” de figuras opositoras.